Hay momentos en los que simplemente pienso ¿para que? ¿Para que construir defensas y personalidad si siempre voy a terminar caminando debajo de la lluvia sintiendo la misma sensación de soledad? Es entonces que se me van las ganas de esforzarme en ciertas cosas.
Alguien me lo explico hace tiempo ya: Puede que te sientas solo, pero no estas solo.
He recorrido un camino, y he superado muchos obstáculos. Pero aun me falta aprender a convivir con esa sensación de soledad. ¿Esa sensación es el precio que pago por ser diferente? Mientras tanto, camino bajo la lluvia que moja y no tanto.
A veces tenés que dejar de pensar cada aspecto de tu vida: si estás solo, si no lo estás, lo que pienses de vos, etc. porque eso mismo es lo que más mal te hace. Lo digo por experiencia propia. Y ahora me parece mucho mejor dejarse llevar, aunque a veces sea inevitable hacerse la película. :)
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