Me es imposible colocarle una fecha exacta a aquel raro hallazgo, sin embargo recuerdo ese momento como un quiebre en mi vida.
Así fueron pasando los años, los momentos, las cosas. Lo importante es el camino que uno camina, y yo estoy feliz de mi camino. He sufrido bastante en el, pero también he aprendido de ese sufrimiento lecciones que jamas hubiera comprendido de otra forma.
Poco a poco, se me forman las palabras para expresar todo esto. El Centro Literario, Tintas, el libro, Pido la Palabra, las diversas experiencias, ¿en que momento paso todo eso?
Y el ocultarse, actuar, derrumbarse dentro de uno mismo. Y ahora irse levantando de a poco.
Hoy se que debo tomarme mas tiempo para mi mismo, y ver la vida desde otros puntos de vista.
Se que mis queridos pidopalabrenses verán esto, por eso no se me ocurre otra cosa que una foto de todos ustedes para inaugurar este blog.
Desde este espacio Digo, y Digo sin miedo, porque ustedes con su aliento y cariño me han sacado el miedo.
Siento como despacio, el tiempo transcurre hacia atrás y hacia adelante dentro de mi mente. Aquí van estas mis primeras palabras aquí, palabras sin sentido pero que de todas formas me inundan.
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