lunes, 29 de noviembre de 2010

El viejo Zhang, trabajador jubilado


Cuando abre los ojos, en el techo
hay un clavo. Lo mira durante diez minutos.
Apenas abre los ojos, ve ese clavo, en el techo:
así durante diez años.
Hace diez años ese clavo estaba en el techo,
no en su ojo.
Entonces, apenas abría los ojos iba a trabajar,- no, al baño.

Ahora no va a trabajar, no tiene apuro para ir al baño, se despierta
y sólo mira el clavo. El clavo cae en su ojo izquierdo.
Perdió el ojo izquierdo, ya no ve el clavo. El ojo derecho está bien
pero tampoco ve el clavo. Porque en el techo ya no está el clavo.

En el techo hay un agüero, igual que en su ojo izquierdo
hay un agujero. Así que al agujero en el techo
lo ve con el ojo derecho. Va a pasar un largo rato mirando ese agujero
hasta que suene el despertador, y el día empiece a clarear.


Yin Lichuan
Traducción Miguel Angel Petrecca

No hay comentarios:

Publicar un comentario