domingo, 13 de febrero de 2011

Como pajaros



El grupo Pido la palabra, conformado por jóvenes de Seguí nació como un Proyecto Jóvenes Protagonistas en 2010. A fines de ese año, el grupo siguió su camino de forma independiente. Conformado por gurises  de entre 14 y 18 años, Pido la Palabra comenzó a visitar el Hogar de Adultos Mayores de Seguí. Aquí una pequeña crónica de eso.

Miro la ventana, acostumbrado ya al silencio que se avecina de vez en cuando sobre la charla que mantengo con Zulema y Jacinta. Veo las palomas que hay allí afuera. Sobre el techo de un galpón vecino. Que linda paloma blanca, comento. A mi lado, Zulema mueve despacio su cabeza y asiente sonriente. Y aquella gris, me dice y señala con sus manos.

Ellas, están allí sentadas, plácidamente, con casi un siglo de vida sobre sus hombros.
A nuestro alrededor todo el Hogar de ancianos sigue su curso natural. El personal preocupado por el bienestar de cada uno de ellos. Más allá, afeitan a Alejandro y otras se unen a la búsqueda que Yola ha iniciado de su saco.
Hoy vine solo, para averiguar en qué pared vamos a pintar el mural. Miro las palomas y pienso en la idea que nació hace ya unos meses. No puedo evitar pensar que rápido fue pasando el verano. Fue en diciembre, cuando en Pido la palabra charlamos acerca de la Navidad. De la falta de espíritu navideño. Esto no parece navidad, comentó Mica citando una frase de Coldplay. Entonces surgió la idea de realizar un pequeño gesto de amor. Llevar una sonrisa a gente que pasaría la navidad sola quizás. Visitamos el Hogar Municipal de Adultos Mayores de Seguí y nos encontramos con personas que sin muchas preguntas nos recibió.
Fue cuestión de conocer a todos los “viejos” que pronto nos cayeron bien. Es una actividad muy enriquecedora, fue comentando Mariano al resto de Pido la Palabra, convidando a ir de visita.

Zulema y yo miramos las palomas. Nos detenemos en su juego sin sentido, en su ir y venir. De pronto la voz de Jacinta nos interrumpe… Y la paloma rosada, esa, qué linda. Sonrío y miró las palomas. No hay ninguna paloma rosada.  Pero quisiera tener los ojos tan abiertos como Jacinta,  para poder ver aquella paloma.

Nidia, consulta sobre el mural. Qué si lo vamos a hacer, dónde y cuándo. Con su andador viene de tomar unos mates en la mesa central. Y dice que se acerca para charlar un rato. Me alegra comentarle que sí que ya lo vamos a empezar a pintar. Que justamente hoy vine a preguntar en que pared lo podíamos hacer. El mural que los pidopalabrenses realizaremos tendrá como motivo una pregunta. Aquella pregunta que nos formuló Ezequiel cuando pintábamos el Mural en la biblioteca…¿Qué es la vida? Alrededor irán nuestras respuestas y  las de los abuelos. Ninguna definición, solo palabras. Solo bosquejos.

Veo la pared detrás de mí. En ella la semana que viene comenzaremos a pintar un mural. Y entre mates iremos hablando con todos. Entre todos. Nos ayudará el chico que comenzó a hacer Terapia Ocupacional allí el otro día. También Jackie nos ayudará a hacer unos dibujos, ella que dibuja tan lindo. Sonrío. Qué lindo sería ser pájaro, pienso. Mientras le pregunto a Zulema que si llovió mucho, me recuerdo con optimismo que ser pájaro no es difícil. Que al fin y al cabo se trata de irnos posando de vida en vida. Como cuando nosotros llegamos aquí. Como cuando ellos llegaron a nosotros. Este verano aprendí mucho de ellos. Los pidopalabrenses aprendimos mucho de ellos este verano.
Kevin Jones

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