"Los artistas no mueren, solo quedan encantados" decía un escritor brasileño. Realmente creo que es así. Quedan en su arte, en lo que han dejado de si. En lo mejor de si que han lanzado a este mundo. Que nos lo han heredado gratuitamente en uno de los mas maravillosos actos de amor.
Hoy, Maria Elena Walsh se ha ido de este mundo. En un post mas abajo coloque una frase de una novela de Guillermo Martinez. Dice el autor, a través del personaje de Roderer que el mundo es un "ejemplo". Un lugar, como cualquier otro. Últimamente estoy empezando a creer en eso. Este mundo es solo un ejemplo. Una cosa mas. Nuestras acciones, sentimientos, lo que somos, va mas allá de este ejemplo.
Yo me considero un "mediador de lectura" alguien que se coloca entre el libro y la persona. Constructor de un camino lector, un camino que en cada persona es único. Esto supone un gran desafío. Y hay que amoldarse a las diversas características de cada edad y situación. ¿A que viene esto? A que sin Maria Elena no hubiera podido sentarme a leer con algunos pequeños. El año pasado, Constanza y su hermanita me pidieron que les leyera "Dailan Kifki" una de las logradas novelas infantiles de Maria Elena. ¿Se imaginan una novela para chicos? Era una locura para su epoca, y lo es aun para muchos padres que consideran que los niños han de aburrirse leyendo. Sin embargo, esta poeta no subestimo a sus lectores y les ofrece una historia extensa. El año pasado, no pude leerles por "falta de tiempo" (que excusas tontas ponemos a veces) la novela a las pequeñas. Este año, se las leere sin falta. Ese sera mi homenaje a Maria Elena.
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